Un análisis claro sobre las causas estructurales, políticas y sociales que explican la escasez de vivienda pública en el archipiélago canario.
Mientras las Islas Canarias baten récords de turistas cada año, miles de residentes se enfrentan a una realidad alarmante: no encuentran dónde vivir a precios accesibles. Alquileres por las nubes, escasa oferta pública, largas listas de espera y pisos reconvertidos en alojamientos vacacionales están convirtiendo el derecho a la vivienda en un privilegio.
Pero, ¿por qué en una comunidad que ha recibido millones en inversión turística y fondos europeos apenas hay vivienda pública disponible?
Menos del 2% del parque de viviendas en Canarias es público, frente al 9% de media nacional.
Las listas de espera para acceder a una vivienda social superan los 15.000 solicitantes activos.
En zonas como Tenerife o Gran Canaria, los precios del alquiler han aumentado más del 40% en los últimos 5 años.
Se estima que hay más de 40.000 viviendas vacías o sin uso habitacional estable.
Esto dibuja un panorama de alta demanda, baja oferta pública y fuerte presión del mercado turístico, especialmente del alquiler vacacional.
Desde los años 80, las políticas de construcción de vivienda pública han ido desapareciendo progresivamente. Los fondos públicos se han destinado a infraestructuras turísticas o grandes desarrollos urbanos privados, dejando de lado al sector residencial más vulnerable.
Canarias ha apostado durante décadas por el monocultivo turístico, lo que ha llevado a priorizar el suelo para hoteles, complejos turísticos o apartamentos destinados a visitantes, en lugar de construir para residentes.
Los terrenos urbanizables, especialmente en zonas costeras, se han destinado mayoritariamente a desarrollos privados. La ausencia de una política de suelo público y la especulación han disparado los precios, haciendo inviable construir vivienda social en zonas clave.
El auge de plataformas como Airbnb ha supuesto una transformación profunda del mercado. Miles de viviendas que antes se alquilaban a residentes ahora están destinadas exclusivamente al turismo, provocando una reducción drástica de la oferta residencial.
Los efectos de la escasez de vivienda pública son profundos y transversales:
Jóvenes que no pueden emanciparse
Familias obligadas a vivir en condiciones precarias o hacinadas
Aumento de los desahucios por impago de alquileres desorbitados
Migración de residentes a zonas rurales o fuera de la isla
Desigualdad social y pérdida de arraigo comunitario
En definitiva, el acceso a la vivienda —un derecho constitucional— se está convirtiendo en un lujo inaccesible para una parte creciente de la población canaria.
Gran parte de las viviendas sociales construidas en décadas pasadas se vendieron a bajo precio o pasaron a manos privadas, reduciendo aún más el parque público disponible.
Aunque existen planes autonómicos como el Plan de Vivienda de Canarias 2020-2025, la mayoría de las actuaciones previstas sufren retrasos administrativos, falta de presupuesto real o ausencia de suelo disponible.
La dispersión de competencias entre cabildos, ayuntamientos y Gobierno de Canarias ha generado burocracia, lentitud y poca eficacia en la ejecución de políticas habitacionales.
Aunque el problema es complejo, hay alternativas reales y urgentes que podrían revertir esta situación:
Canarias necesita destinar un porcentaje fijo y creciente de su presupuesto anual a la construcción y rehabilitación de vivienda social, con proyectos planificados a largo plazo.
Limitar el número de licencias turísticas en zonas saturadas, así como gravar las viviendas vacacionales que sustituyen al alquiler residencial, puede devolver equilibrio al mercado.
Es imprescindible crear bancos de suelo en manos públicas para garantizar espacios donde construir vivienda protegida en zonas urbanas y no solo en periferias aisladas.
A través de incentivos fiscales o acuerdos con propietarios, se pueden recuperar miles de inmuebles hoy vacíos para incorporarlos al alquiler social o asequible.
Si no se toman medidas estructurales, el resultado será claro:
Expulsión de residentes de sus barrios
Incremento de la desigualdad
Pérdida de identidad social
Mayor dependencia de un modelo turístico depredador
Canarias necesita un cambio de rumbo. La vivienda pública no puede seguir siendo la gran olvidada del desarrollo regional. Si el turismo ha generado riqueza, ha llegado el momento de redistribuir parte de esa riqueza en forma de derechos básicos garantizados, empezando por el más elemental: tener un hogar donde vivir.
19 de mayo de 2025 19/05/2025
**Canarias Sostenible: Cómo Viajar sin Dejar Huella**
*Un recorrido por iniciativas eco-friendly y cons…
8 de septiembre de 2023 08/09/2023
¿Cuál es la Situación Actual del Mercado Inmobiliario en Canarias?
Canarias, un archipiélago español situado en el…
4 de septiembre de 2023 04/09/2023
¿Por qué tan poca Oferta de Inmuebles para Alquilar en Canarias?
Introducción:Canarias, el archipiélago español co…
23 de agosto de 2023 23/08/2023
La Fascinante Evolución de las Ventas Inmobiliarias y las Hipotecas en el Paraíso Canario
El mercado inmobiliario en Canarias ha experiment…
7 de marzo de 2019 07/03/2019
¿Estás pensando en vender tu inmueble? Consejos antes de ponerte en manos de una agencia.
No todos los vendedores saben cual es la mejor es…